cachitos de vida
generación rochapea 2012
Continuamos trabajando la huerta aunque las lluvias de este invierno no nos ha permitido visitarla la todo lo que queríamos. Antes de las vacaciones de invierno, decidimos experimentar con semillas de espinacas y lechugas. Como en invierno nos parecía que era difícil que salieran si las sembrábamos directamente en la huerta, tomamos la decisión de plantarlas en semilleros. Todos estuvimos de acuerdo en que las plantas necesitan buena tierra, agua y, sol para crecer. Era una actividad muy atractiva y relajante, así que hicimos unos grupos y nos pusimos manos a la "tierra". Ya terminado nuestro primer trabajo: buena tierra y un poco de agua, solo nos quedaba pensar en un lugar donde les diera bien el sol. Decidimos ponerlas encima de un armario, además tenían cerca el calor del radiador así que pensamos que era el lugar ideal. Finalmente escribimos los carteles: ESPINACAS Y LECHUGAS, los pegamos en las bandejas y así sabríamos seguro a qué planta pertenecían los semilleros. En el rincón de la huerta que está en el pasillo frente a nuestras clases, hay colocado un calendario con todos los meses. Allí cada grupo del colegio que hace una plantación, lo refleja de diferentes formas: escritura, dibujos, fotos. Nosotros escribimos que plantamos espinacas y lechugas y lo colocamos en el día que lo habíamos hecho. Nos habían contado María y Yolanda que había que trasplantarlas en unos 20 días y lo escribimos también en el calendario así todo quedaba reflejado. Seguimos su evolución con gran interés, además de regarlas, fuimos midiéndolas y llevando un registro para hacer un seguimiento. Cuando volvimos de vacaciones nos las encontramos bastante mal. ¡Se habían secado!. Buscamos información y leímos que las espinacas no son muy amigas de los grandes calores. En febrero plantamos espinacas de nuevo en semilleros. Como habíamos observado que el calor de la calefacción no les fue bien, decidimos colocarlas en otro lugar donde les diera luz pero no calor directo. De nuevo lo reflejamos en el calendario del Rincón de la Huerta. Ese día aprovechamos también para plantar las semillas que encontramos en los árboles del patio, que nos salen de las frutas del almuerzo,etc. Pasado un mes observamos que en ese lugar un poco menos caluroso las plantas de espinacas habían crecido. Observamos el calendario y vimos que ya se podían trasplantar a la huerta. Veremos que tal les va a nuestras espinacas con la lluvia. Otro día, María y Yolanda tras leer el cuento "Siembra un beso" nos hicieron reflexionar sobre las siguientes cuestiones:
¿Qué le pasa a una planta cuando le decimos cosas bonitas? -"que se pondrá contenta" -"que crecerá y se hará grande" ¿Y cuando le decimos cosas feas?. -"se pondrá triste" -"llorará" -"no le va a gustar" Decidimos comprobarlo, así que los maquinistas del día plantaron unas semillas en un tiesto y otras en otro. En el proceso a una le decíamos cosas bonitas y a otra feas. En adelante mientras las cuidemos a una le diremos cosas buenas y a la otra malas. ¿Qué pasará?...
0 Comentarios
Deja una respuesta. |
AutorSomos maestras de infantil en constante crecimiento personal y profesional y así realizar el mejor acompañamiento posible para nuestros pequeños. Archivos
Marzo 2018
Categorías |