cachitos de vida
generación rochapea 2012
Durante este curso en la sesión de Atención Educativa (alternativa a la sesión de religión), el trabajo cooperativo y el trabajo en equipo son los valores que hemos trabajado en 3ºde infantil, ya que creemos que son unos valores importantes. Temporalización: Una sesión por semana, después del patio. Objetivos:
Durante los tres cursos de infantil hemos trabajado con el recurso del teatro de sombras. Este último curso, hemos acabado con la representación de un cuento escenificado con nuestras sombras. Hemos hecho la representación de un cuento creado por los niñ@s. Título del cuento: "Han caído en la trampa" HAN CAÍDO EN LA TRAMPA Había una vez un bosque con árboles que no tenían hojas porque hacía mucho frío y el viento se las había tirado. Una señora, que se llamaba Mª Carmen, se fue a pasear al bosque con sus zapatillas nuevas. En el bosque había un lobo que tenía mucha hambre y se la quería comer. Mª Carmen tenía mucho miedo, se fue corriendo y se le cayó una zapatilla así que se tuvo que ir a la pata coja. El lobo se comió la zapatilla y la vomitó PUAJ!!! porque estaba muy sucia y porque no se comen las zapatillas. Alberto, un señor amigo de Mª Carmen, fue a coger la zapatilla. En ese momento salió de su cueva la mamá del lobo. Alberto la miró, la mamá lobo lo miró y... Alberto se asustó pensando que le iba a comer y se fue corriendo dejando su zapatilla. Se fue a la pata coja. El lobo hijo se la comió y la vomitó PUAJ!!!. La mamá loba le dijo a su hijo: - "Las zapatillas no se comen porque están sucias". Por allí pasaba Ibai, un niño que se había ido al bosque SOLO. Su mamá y su papá lo estaban buscando. - "Ibai, ¿dónde estás?"- Se oía a su mamá. - "Ibai, ¿dónde estás?"- Se oía a su papá. También apareció una niña que se llamaba Anais. Anais, iba paseando por el bosque y cantando una canción: "Siyahamba" Silbando, entró en el bosque el Príncipe Aibandol que se quedó sorprendido de ver a Alberto, a Ibai y a Anais en medio del bosque. - "¿Qué os pasa?"- les preguntó. - "Estamos buscando una zapatilla de Mª Carmen y otra de Alberto"- dijo Ibai. - "No las habrás visto por el camino"- le preguntó Anais -"¿No serán estas?"- dijo enseñándoselas el Principe Aibandol. - "Si, esas son"- dijo el señor Alberto. Al ver tanta gente, los lobos aparecieron y todos se marcharon corriendo y se escondieron detrás de una gran roca. Allí se encontraron con Mª Carmen que no se atrevía a moverse del miedo que tenía. Tal susto se dio el príncipe que se le cayeron las zapatillas. Cuando los lobos se marcharon, todos salieron de su escondite. - "¿Y qué vamos a hacer ahora?" dijo el príncipe, "del susto que me he dado, se me han caído las zapatillas". A Anais se le ocurrió hacer una trampa y cuando los lobos cayeran en ella cogerían las zapatillas. Para ello, Alberto se fue a buscar una cuerda. Mª Carmen ató unos palitos, luego otros y los enganchó con la cuerda. Los nudos los hizo el Príncipe Aibandol que era pescador y sabía hacer unos nudos muy especiales y resistentes. Cuando los lobos cayeron en la trampa AUUUUU!!!!, Ibai y Anais fueron corriendo muy rápido y cogieron las zapatillas. Todos contentos se fueron de nuevo al pueblo donde encontraron a la mamá y al papá de Ibai. -"¡Qué alegría encontrarte hijo"- le dijo su papá. - "Pensaba que te habían comido los lobos". "Nunca más vuelvas a ir solo al bosque"- le dijo su mamá Ya entrada la noche, los lobos rompieron la trampa y se marcharon con mucha hambre a su cueva a dormir. Por el camino iban diciendo: - "Mañana tendremos más suerte" Y colorín colorado este cuento se ha acabado. La historia la fueron creando en cadena. Cada un@ añadía algo al cuento continuando con lo que decía el anterior. Así hasta que decidieron el final del cuento. Para la decisión de los nombres de los personajes, hicimos votación de todo el grupo. Decidieron también qué iba a llevar cada personaje para identificarle (detalle de disfraz). Un día subimos los dos grupos al salón de actos para situarnos en el lugar de la representación. Allí, entre todos recordamos qué necesitamos para poder hacer un teatro de sombras: una luz que nos enfoque desde atrás para que se vean nuestras siluetas y un papel que haga de telón. Para llegar a estos acuerdos tuvimos que escucharnos y respetar la decisión de la mayoría, que no siempre es fácil. Finalmente y después de varias sesiones de ensayos llegó el momento de la representación. Lo hicimos en el salón de actos de la escuela e invitamos a tod@s l@s compañer@s de religión. Recibimos un fuerte aplauso los dos grupos que actuamos en la representación. Objetivos:
Actividades propuestas:
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AutorSomos maestras de infantil en constante crecimiento personal y profesional y así realizar el mejor acompañamiento posible para nuestros pequeños. Archivos
Marzo 2018
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